Himbestigasión Seria
Blog sobre ciencia, escepticismo, religión, ateísmo, himbestigasión,divulgación, etc.
domingo, 7 de agosto de 2011
La religión de nuestros días: el Animismo energético
sábado, 16 de julio de 2011
Astrología y mal olor.
El ser humano ha intentado, desde siempre, comprender el entorno que le rodea. Lo cual es lógico, ya que como Darwin expuso "la naturaleza selecciona a aquellos que mejor se adaptan a su entorno", de este modo, es clave para la supervivencia conocer y entender el medio en el que habitamos.
Todas las culturas antiguas tienen su estudio del cielo nocturno, su astrología. No escapará al lector la sencilla etimología de origen griego: 'Astro', cuerpos celestes, y 'Logos', conocimiento, saber. Sin embargo, aunque el cielo ha sido el mismo para todos, las astrologías han sido muy distintas. Los mesopotámicos empezaron a hacer observaciones sistemáticas de los fenómenos para encontrar patrones regulares en los cielos y correlacionarlos con eventos humanos, y es que, como explica el Dr. House miles de veces "el pensamiento humano es contingente", esto quiere decir: busca sin descanso signos, respuestas, comportamientos... en su entorno y las relaciona entre sí. Los psicólogos han estudiado este pensamiento contingente desde la aparición de la Psicología Cognitiva en los 70's del pasado siglo.
Volviendo a la astrología. Si los mesopotámicos, como chinos y aztecas, estudiaban el cielo. Los romanos comenzaron a hacer inferencias, es decir a sacarse cosas de la manga. Para los latinos, los planetas eran dioses pues tenían un movimiento propio y perfecto (ya que era circular -herencia de la cultura griega-) y navegaban entre las constelaciones, las cuales son fijas e inertes.
Antes de avanzar es preciso diferenciar qué se entiende por Astrología y Astronomía. Ambas comparten camino hasta que radicales racionalistas como Descartes, en el lejano siglo XVII, configuran una serie de normas que tratan de discriminar entre creencias que intentan ser lo más cercanas a la realidad, y el resto de creencias.
Así, comienza a diferenciarse entre Alquimia y Química, Medicina Cietífica y Popular... y Astrología y Astronomía, siendo esta, el método de adquisición de conocimiento sobre los objetos celestes a través de métodos científicos.
Comienza así un desencuentro entre hermanos que si bien ofrece un objetivo claro a uno de ellos (utilizar el método científico para explorar el cosmos), deja para el otro todo lo que aún hoy, entendemos por astrología: predicciones del futuro a través del horóscopo y del destino de un persona en función de la posición de los astros el día de su nacimiento...
La Himbestigasión que hoy se plantea versa sobre esta última tesis: 'La posición de los astros influye en nuestras vidas'.
Antes de nada hemos de hablar, brevemente, sobre el horóscopo o zodiaco. Son los conocidos doce signos de Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Acuario y Piscis.
¿De donde salen estos signos? No es el objeto de este post explicar esto, sin embargo, para no dejar al lector/a con la intriga, intentaremos explicarlo de la forma más sencilla y breve posible.
1º) Imaginemos la tierra y su atmósfera. Las luces emitidas por las estrellas y reflejadas por los demás astros (planetas, satélites, asteroides, etc...) se proyectan sobre la capa gaseosa que envuelve la tierra. Se denomina a esta concepción de atmósfera a modo de pantalla de cine, como "manto celeste"
2º) El manto celeste varia para el observador si es de día (no se ve el universo) y de noche (se ve el cosmos si las nubes y la Luna lo permiten); y varía según la época del año. ¿Por qué? Porque debido al viaje que nuestro planeta realiza entorno al Sol, se posiciona en una región u otra, y evidentemente, al cambiar la posición del observador, cambia lo observado. De este modo cuando sacamos al perro sobre las 22.00 (en el hemisferio norte) observamos fácilmente en verano la constelación de Scorpio y su rojo corazón, Antares, y en invierno Tauro y sus preciosas Pléyades.
3º) "Sentémonos" sobre el Sol y veamos a la Tierra como baila a nuestro alrededor. Imaginemos que va dejando un rastro, unas pisadas, tras de sí. Esa línea que dibuja el planeta sobre el cielo es lo que se denomina ECLÍPTICA.
4º) ¿Recuerdas el manto celestial, el cielo nocturno desde la Tierra? Bien ahora dividamos esa esfera en doce partes como si una naranja tuviese doce gajos. Cada gajo, o huso esférico, es una casa zodiacal. ¿Recuerdas la Eclíptica? Dibujémosla sobre los gajos y veríamos como dicha línea cortaría algunas constelaciones. La tradición dice que solo corta a doce, una por casa y la mayoría de ella son constelaciones que representan animales, son el zoodiaco.
Bien, ahora ya contamos con la culturilla astrológica básica para poder avanzar con nuestra tesis de hoy: 'La posición de los astros influye en nuestras vidas'.
La astrología se basa en la idea de "aquello que ocurre en el tierra es reflejo de lo que ocurre en el cielo". Así pues, tendría sentido estudiar el cielo para predecir e interpretar lo que acontece en la Tierra. Sin embargo, nos encontramos con frases del tipo "Anastasio nació con Marte en la casa de Acuario, por lo tanto va a ser mujeriego, va a ser funcioario corrupto pero eludirá el talego"
Veamos. Una cosa es la tradición cultural de los pueblos de epocas antediluvianas y otra que nos intenten hacer creer un mondongo infumable.
El señor Isaac Newton, en 1685, enunció la Ley de Gravitación Universal. Atendiendo a la fecha vemos que es algo muy antiguo y os diré más: muy sencillo de comprender.
Dicha ley, cuya fórmula F= G M m/d2 es enseñada a chavales de 13 años, nos explica que la fuerza de atracción entre dos cuerpos o dos masas -por ejemplo, la que ahora misma existe entre tu cuerpo y el mío- es igual al producto de las masas -yo peso 100 kg ¿y tú?- multiplicado por un número constante llamado G que es: 6,6742(10) × 10-11, todo ello dividido por la distancia que nos separa elevada al cuadrado.
Así pues cuando un "creyente" nos dice que si la Luna provoca el movimiento de las mareas oceánicas, los planetas también influirán, por ejemplo, en nuestro comportamiento, no está haciendo más que mezclar churras con merinas, azúcar con arena.
En el siguiente enlace encontramos una explicación detallada de cómo se producen las mareas http://danival.org/100%20biolomar/1300mar/mar_mov.html , en cualquier caso, no es más que un masa de agua siendo atraida por otra masa: la Luna. Quizá se sorprenda el lector al saber que también existen mareas de tierra. Las mismas fuerzas gravitacionales que influyen sobre las aguas tambien afectan a la tierra y se producen, en consecuencia, pequeños movimientos.
La fuerza de la gravedad y sus consecuencias las mareas, ofrecen un espectáculo sin igual en el satélite de Júpiter llamado Io. Este es una "luna" pequeña y cercana al planeta, donde hay un intenso proceso continuo de vulcanismo; un mundo similar al que aparece en la última de las películas de Star Wars cuando Anakin, ya Darth Vader, es derrotado por Obi Wan. Son las mareas provocadas por el gigante Júpiter las que deforman a Io, desgarrando sus materiales, derritiendo con la fricción provocada, los metales y rocas, los cuales, son expulsados en un ciclo sin fin, por los innumerables cráteres volcánicos.
Pero ¿Puede la fuerza de la gravedad influir en tu estado de ánimo? ¿En la cantidad de cosas inútiles que comprarás en un gran superficie? ¿En las borderías que le dirás a tu pareja o jefe? No. La gravedad atrae masas como un imán atrae metales, punto.
Desde el punto de vista de la Psicología hay que admitir que el Zodiaco fue la primera gran teoría de la personalidad elaborada por el ser humano. Es complaciente oír que por haber nacido Tauro y estár Marte (planeta que simboliza para los romanos al dios de la guerra) en posición ascendente o dominante, que tal persona es testaruda y cabezota. Es complaciente por la sencilla razón que las predicciones y las respuestas vagas nos ayudan a crear nuestra explicación del mundo que nos rodea.
¿Esto suena de algo, no? Efectivamente, al igual que las primeras culturas, nosotros buscamos lo mismo: explicar el mundo que nos rodea.
Decir que las combinaciones de astros afectan a nuestra vida tiene el mismo sentido que decir que volumen de aguas fecales de nuestro edificio (que suele ser mayor en sábado y domingo que el resto de días) influye en nosotros.
Pero no. No es cierto que aquel/aquella capullo/a te diera calabazas en el bar porque Venus, astro vinculado a la diosa del amor, no fuese favorable, o porque tu vecino, el amante de las fabes asturianas cuyo puchero del viernes dura hasta el domingo, haya vertido más litros por segundo en el bajante colectivo de la comunidad.
La personalidad está estudiada en la psicología a lo largo del siglo xx. Factores como la extraversión - intraversión y neuroticisimo - psicoticismo explicaron durante un tiempo algunas teorías. Para Freud fue el sexo y la infancia las claves; Catell identificó 16 rasgos de personalidad... Desde luego es un constructo complejo. Es como la inteligencia, todos sabemos que es pero nadie puede definirla exactamente.
Os invito ha hacer una prueba sin números.
Elijamos un planeta. Venus tiene casi la misma masa que la Tierra y es el más cercano a nosotros. Uhh... ¡¡¡¡se supone que la capacidad de influir sobre nosotros es tremenda!!!! Venus está relacionado con el amor y el sexo. ¿Por qué? ...Por favor... no empecemos con preguntas superfluas.
Venus órbita más cerca del Sol que nosotros. Imaginemos, como ocurrió el 8 de junio de 2004 y como ocurrirá el próximo 6 de junio de 2012 (si el mundo no se ha acabado antes, tal y como afirma la astrología azteca). En ese momento el Sol, Venus y la Tierra estarán alineadas. ¡Oh dios mio! Eso significa que la fuerza de atracción que ejerce el Sol se verá acrecentada por la suma de la de Venus (lo que viene a ser que el peso de un elefante se ve aumentado porque se le ha posado un mosquito en el lomo).
-Masa del Sol: 1,9891 × 1030 kg (o sea: 19891 seguido de 26 ceros)
- Masa de Venus: 4,869 × 1024 kg (o sea: 4869 seguido de 21 ceros)
¿Qué puede ocurrir? La suma de las masas del Sol y Venus será un número seguido de 26 ceros, es decir, Venus es un mosquito para el Sol. Las mareas serán... ¡¡exactamente iguales!! pero ¡oh, cielos! Cientos de creyentes se sumarán en una orgía sin fin dado que la diosa del amor, Venus, la Afrodita griega, la Isthar babilónica, copulará durante horas con el todopoderoso Sol.
Y tu yo haciendo aquí numeritos. Que si la masa, que si la distancia al cuadrado...
Conclusión. Ni aunque todos los planetas, satélites y asteroides se alinearan como una autopista de Arizona, las mareas no subirían ni un milímetro. El comportamiento de las personas seguiría dependiendo de sus actitudes, información, habilidades sociales, habilidades de toma de decisiones, inteligencia fluida, inteligencia emocional, creencias... Y como de creencias se trata. Os animo el próximo 6 de junio de 2012 a celebrar una orgía multitudinaria que deje en anécdota al 15 M, por que la cuestión no es si los astros influyen, sino si nosotros nos creemos o no el mondongo que nos pongan por delante.
Hasta aquí, un nuevo y apasionante capítulos de HIMBESTIGASIÓN SERIA.
Qoqe.
martes, 28 de junio de 2011
Reyes Republicanos y Presidentes de Reinos.
- Cierto carácter euroescéptico que reduce el gasto del estado y por tanto la riqueza propia revierte en ellos mismo (modelo que solo los países ya de por sí ricos se pueden permitir)
- Marcado desarrollo del estado del bienestar o Estado Social. Es decir, valores justamente opuestos a los conservadores.
sábado, 11 de junio de 2011
Póngame cuarto y mitad de Sistema Solar
Espero que les guste.
La homeopatía fue desarrollada por Samuel Hahnemann entre los siglos XVIII y XIX, en una época en la que la medicina se basaba, básicamente, en la relación entre los cuatro humores (lo que hoy llamamos mala baba). Un mal podía ser causa, por ejemplo, de un desequilibrio entre el humor sanguíneo y el colérico, así que, como remedio, vamos a practicarte una sangría a la par que te sometemos a una buena purga.
Y de repente, a un tipo se le ocurre recetarte... absolutamente nada, pero creyendo que te está dando alguna sustancia médicamente activa. Normal, si las opciones son desangrarte mientras te deshidratan vía rectal, o dejarte en paz, cobra sentido el que la homeopatía salvara más vidas que, por ejemplo, aplicarte unas friegas con mercurio.
¿Y cómo sabemos que en un preparado homeopático no hay ninguna sustancia activa?
-Esto no es del todo cierto: a pesar de que la sustancia prescrita no se encuentra en el preparado, sí es posible que haya
Pues porque un coetáneo de Hahnemann, un tal Amadeo Avogadro (lo siento, tuve que hacerlo) encontró una relación de lo más molona entre una sustancia y el número de átomos (o moléculas) que hay de dicha sustancia en un peso determinado (de dicha sustancia).
Descubrió lo que conocemos como mol, y se podría definir (para el caso que nos ocupa) como 6'022 x 1023 (602.200.000.000.000.000.000.000 – unos seiscientos mil trillones) unidades de cualquier cosa. Es decir: un mol de ornitorrincos serían 602.200.000.000.000.000.000.000 ornitorrincos.
Y un mol de moléculas de agua son 6'022 x 1023 moléculas de agua.
El valor recomendado por el Comité de Información para Ciencia y Tecnología (CODATA, Committee on Data for Science and Technology) es
6'022 141 29 x 1023 mol-1
, pero se acepta 6’022 x 1023 como aproximación.
A este número se le conoce como Número de Avogadro (NA).
Pero esto, ¿para qué sirve, además de para contar ornitorrincos?
Les termino de comentar.
Sabemos que (por ejemplo) una molécula de agua está formada por dos átomos de Hidrógeno (H) y uno de Oxígeno (O) y la representamos escribiendo H2O.
ma del Hidrógeno = 1'00794 u.m.a. (Unidades de Masa Atómica)
ma del Oxígeno = 15'9994 u.m.a.
Entonces una molécula de agua pesa
2 x 1'00794 + 15´9994 = 18'01528 u.m.a.
o, lo que es lo mismo 18’01528 g/mol (gramos/mol).
Y la relación esa tan curiosa de la que hablábamos antes (expresada lo más llanamente posible) es la siguiente:
-un mol de una sustancia pesa en gramos lo mismo que una molécula pesa en g/mol (o en u.m.a.).
Es decir, un mol de moléculas de agua pesa 18'01528 gramos y una molécula de agua pesa 18'01528 g/mol. O lo que es lo mismo: en 18'01528 gramos de agua hay 6'022 x 1023 moléculas.
Un ejemplo: tenemos un anillo de (supuesto) oro purísimo que pesa 5 g. exactos. ¿Cuántos átomos de oro hay en el anillo?
Primero buscamos la masa molecular del oro que es 196,96655 g/mol.
Sabiendo que:
Resolvemos esta sencilla regla de tres
6'022 x 1023 x 5 / 196,96655 =
= 15.286.859.621.595.646.570.445 (quince mil trillones) átomos de oro.
Que qué tiene que ver esto con la homeopatía. Pues, todo.
Gracias al Número de Avogadro podemos conocer cuánto de principio activo hay en una disolución homeopática.
¡Pues preparemos una!
Vamos a fabricar un preparado homeopático de concentración 30 CH para combatir el insomnio y para ello usaremos cafeína pura, dado que, según uno de los principios por los que se rige la homeopatía (principio de “similia similibus curantor” o “lo similar cura lo similar”), un compuesto determinado produce el efecto contrario al que produce normalmente, si está muy (pero que muy) diluido (tiene todo el sentido, vaya).
Citando a la Sociedad Española de Medicina Homeopática: "La Homeopatía es un método terapéutico que consiste en dar al enfermo como medicamento la sustancia que en grandes cantidades es capaz de provocar en un sujeto sano una enfermedad semejante ".
Vía PubChem (aunque para cosas así nos vale la Wikipedia) conocemos la masa de una molécula de cafeína que es 194'1906 g/mol. Su densidad (1'23 g/cm3) es muy similar a la del agua así que vamos a asignarle el mismo valor (1 g/cm3) y a suponer volúmenes aditivos, para simplificar nuestros cálculos. En cualquier caso, aunque las soluciones numéricas finales serán distintas, el resultado a la pregunta "¿cuánto de principio activo hay en un preparado homeopático?" será exactamente el mismo.
Empecemos.
Cogemos 1 g. de cafeína y la disolvemos en 99 g. de agua. Agitamos, perdón, "dinamizamos" (agitamos al menos diez veces de arriba a abajo, otras diez de un lado al otro y otras diez de delante a atrás. ¡¿Ein?!) la solución. En este momento, tenemos una disolución homeopática de 1 CH.
Ahora cogemos 1 cl. (recordemos que hemos supuesto densidad 1g/cl) de la nueva disolución y lo mezclamos con 99 cl de agua (pura y tridestilada, para que sólo sea hidrógeno y oxígeno, y no contenga todas esas molestas sales que suele traer el agua que consideramos potable).
Repetimos este proceso 28 veces más hasta tener un preparado 30 CH.
Ahora calculemos por otro lado cuántas moléculas de cafeína hay en un gramo para conocer el número de moléculas que teníamos en la primera disolución (la 1 CH):
en 194,1906 g. de cafeína hay 6'022 x 1023 moléculas,
6'022 x 1023 / 194,1906 =
= 3.667.688.649.654.730.538.776 (tres mil seiscientos trillones) moléculas de cafeína en 1 gramo de cafeína pura, y por lo tanto, disueltas en la 1ª solución.
Sabemos que cada disolución diluye 100 veces la anterior así que tenemos que dividir el número de átomos entre 1060.
3667688649654730538776 / 1060 =
= 3,667688649654730538776 x 10-39 moléculas de cafeína, es decir:
en la disolución homeopática 30CH encontraremos
0’000000000000000000000000000000000000003667 moléculas de cafeína.
Es un número matemáticamente consistente pero físicamente imposible, ya que no somos capaces de trabajar con esa fracción de una molécula.
Ahora, conociendo el número de moléculas de cafeína que hay en la disolución 30 CH podemos saber cuánto hay que beberse para asegurarnos de que al menos una molécula de cafeína entre en nuestro organismo.
Pues allá vamos.
hay 3'667 x 10-39 moléculas de cafeína en 0'1 l de disolución
entonces:
habrá 1 molécula de cafeína en X l de disolución
0'1 / 3'667 x 10-39 = 2,7270248159258249250068175620398 x 1037 l.
Vaya, pues nos van a hacer falta la friolera de
Y ahora (je, je, je) atentos a esto:
Sabemos que volumen de una esfera se puede calcular mediante la ecuación
Volumen = 4/3 x π x r3
así que conociendo el volumen (los litros) podemos calcular el radio (r) de la esfera que contenga nuestra disolución con una molécula de cafeína.
Le decimos a la calculadora que trabaje por nosotros…
4/3 x π x r3 = 2,7270248159258249250068175620398 x 1037 =>
=> r3 = (2,7270248159258249250068175620398 x 1037 x 3) / (4 x π) =>
=> r = 1867240077355,6748959450313834517 m
que son 1.867.240.077’3556748959450313834517 km (mil ochocientos millones)
O, lo que es lo mismo; para ingerir al menos una molécula de cafeína a base de disoluciones homeopáticas 30 CH hay que meterse entre pecho y espalda una esfera cuyo centro sea el centro del Sol y su borde se encuentre un poquito más allá de la órbita de Saturno (me refiero al planeta).
Estamos hablando de un medicamento cuya posología debería ser recetada en unidades astronómicas cúbicas, y no en gramos, micro-dosis, gránulos, o cualquier otra cantidad menor al volumen que ocuparía una esfera cuyo radio se encontrara a la altura del radio orbital medio de Saturno.
Es por esto, entre otras cosas, por lo que me cuesta tanto tragarme eso de la homeopatía.
Pero, si no hay el principio activo:
¿Por qué cura la homeopatía? ¿Ustedes qué creen?
Raúl Medina
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